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Indicaciones
Prácticas en el Manejo de un Carro Ortopédico.
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La
primera prueba piloto del modelo ortopédico debe realizarse
en lugares abiertos y seguros para evitar accidentes.
Es muy importante tomar la previsión de que en esa primera
prueba el canino deba sortear pocos obstáculos. Una vez
colocado en el animal, éste por lo general comienza a
deambular en forma inmediata con total naturalidad y soltura.
Hay pacientes que debido a su carácter, edad, o estado
general, quedan como sorprendidos y permanecen mucho tiempo
estáticos. No es muy común, pero a veces tratan de morder
partes del modelo o en forma sorpresiva aceleran con velocidad
llevándose todo por delante, provocando el choque, atasco
o vuelco del aparato. De suceder estos contratiempos debemos
ayudarlo a deambular mediante los elementos de sujeción
que se utilizaban en su rutina diaria de paseos y así
adiestrarlo para que reconozca el modelo mecánico que
en parte lo rodea y lo acompaña en todos sus movimientos.
Es notable la adaptación al carro ortopédico que en muy
poco tiempo muestran tanto caninos como felinos. El único
aporte que un ser humano debe hacer en todo este proceso,
es sólo tener un poco de paciencia.
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Tiempo
de Uso del Carro Ortopédico.
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Son
varios los factores a tener en cuenta para decidir qué
espacio de tiempo un canino debe utilizar diariamente
un carro ortopédico. En esta cuestión no se han puesto
de acuerdo los distintos autores de trabajos sobre el
tema. El carácter del paciente, su estado general y todo
lo inherente a su hábitat, sumado al tipo de parálisis
que el animal presente, hacen que varíe el tiempo de uso.
En un canino que presenta síntomas agudos de paresia o
paraplejia transitoria en su tren posterior, el tiempo
de empleo estará orientado a lograr su rehabilitación.
En esta situación, su uso estará sujeto al criterio del
profesional que diagnosticó la causa de su enfermedad.
En un caso de paraplejia del tipo permanente, el tiempo
de utilización debe ser orientado a respetar la rutina
diaria del animal, tal como sucedía cuando estaba sano.
Un canino o felino en su hábitat permanece mucho tiempo
echado. Por lógica, el empleo prolongado sería inapropiado.
La convivencia del paciente con otros animales, generalmente
lo incentiva a utilizarlo por un mayor espacio de tiempo.
Cuando el canino nunca sale de su casa, se debe colocar
varias veces por día a modo de juego. Estas circunstancias
promoverán que los reflejos de la micción y defecación
sean beneficiados por el movimiento. Así aprovecharemos
una de las ventajosas finalidades de su utilización. Asisto
a pacientes que tienen colocado muchas horas diarias el
carro ortopédico sin presentar ningún tipo de inconvenientes.
Sin ayuda aprenden a echarse de pecho; a mi entender cuando
lo sienten necesario, y vuelven a deambular ante el estímulo
que los motive a hacerlo.
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Recomendaciones
Generales.
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Un
alto porcentaje de pacientes que son derivados para mi
atención, presentan cuadros de parálisis permanente de
su tren posterior, que datan muchos meses de antigüedad.
Hay un viejo dicho, propalado al parecer de boca en boca
dentro de nuestra profesión, algo parecido a la frase,
"me dijeron", que determina a ciencia cierta la prohibición
de ayudar a un cuadrúpedo con problemas en su deambular,
hasta que la situación se torne insostenible. En respuesta
a este pensamiento irracional: les contesto que un bastón
o un par de muletas en medicina humana son sinónimo de
carro ortopédico en medicina veterinaria. Indico que una
vez efectuado el diagnóstico y pronóstico de la parálisis
o paresia del paciente, es aconsejable el uso de carros
ortopédicos mientras se espera, una vez instaurado el
tratamiento, la evolución de la enfermedad. Hago especial
hincapié en que los modelos ortopédicos deben utilizarse
una vez descarta- das las enfermedades que puedan producir
en caninos o felinos la pérdida del equilibrio por cortos
períodos de tiempo. Es muy importante activar la bioenergía
muscular de estos pacientes, para intentar mejorar o retardar
el proceso que produjeron tales afecciones. Recomiendo
también el empleo de los diversos modelos en animales
parapléjicos o cuadripléjicos que hayan sido intervenidos
quirúrgicamente. Evitar que su período postoperatorio
se cumpla en la posición decúbito, creo que encierra principios
de lógica; luego vienen los higiénico-sanitarios.
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