Los
puntos de apoyo en los distintos modelos están representados
por las ruedas sobre su base de sustentación. La barra
sostenedora de un carro ortopédico con dos ruedas, es
el lugar donde se suspende el tren posterior del animal
mediante dos lazadas que pasan por su ingle. Los modelos
de cuatro ruedas, utilizados en animales que presentan
trastornos en su tren posterior y anterior, tienen dos
barras sostenedoras. Las cinchas de sujeción son dos.
La superior, que pasa a la altura de las vértebras torácicas
6° o 7°, y la inferior, que va colocada por detrás (caudal)
de los miembros anteriores. Las lazadas son los elementos
que cumplen la función de sostener el tren posterior o
anterior del animal según el modelo y cuentan con un simple
mecanismo de doble regulación.
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En
caninos que sufren parálisis del tipo transitorio, el
uso de carros ortopédicos resulta indispensable para complementar
cualquier otra técnica fisioterápica de rehabilitación.
En los casos en que el paciente presenta un cuadro de
paraplejía permanente, es el único medio con que contamos
para mejorar su calidad de vida. Cuando un canino presenta
síntomas de paresia en su tren posterior, es la solución
más rápida y efectiva que podemos brindarle; mientras
se diagnostican las causas determinantes de su trastorno
locomotor, o se realiza el tratamiento respectivo para
lograr su rehabilitación. El modelo construido para este
tipo de pacientes contempla las posibles lesiones de tipo
traumático que pudieran ocurrir, al efectuar el canino
con sus miembros movimientos muy comunes de observar,
como son los de aducción, abducción, rotación y circunducción.
Los elementos de sostén colocados en la ingle del animal
permiten levantar al mismo sin mucho esfuerzo, mostrando
el canino, al ser levantado de esa manera, una figura
corporal estética. Pueden utilizarse sin temor de provocar
lesiones en la piel, o causar ningún otro tipo de inconvenientes.
El antiguo método de sustentar al canino colocando una
cincha por delante de su tren posterior tiene varias contraindicaciones.
Como ser las escoriaciones que producen en el pliegue
de la babilla, la presión por peso que ejerce el tren
posterior paralítico sobre la vejiga urinaria del mismo,
la compresión sobre el pene que ejerce en caninos machos,
y por última citaremos la anómala posición corporal que
muestran ambos sexos cuando tienen el carro ortopédico
colocado, debido a que sus miembros descienden al no estar
sustentados en la forma correcta. Los sostenedores de
mi carro ortopédico tienen doble sistema de regulación.
Son de fácil manejo y posibilitan mantener la altura ideal
de los miembros con respecto al suelo, además de permitir
efectuar cualquier cambio posterior que se considere necesario.
La maniobra para colocarlos se efectúa estando el animal
en decúbito. En todos los carros importados que conocí,
el animal se debe alzar para luego introducir sus miembros
en dos aros sostenedores. Este sistema es el que no permite
observar fotografiado a un canino de raza gran danés portando
un carro ortopédico fabricado por ellos. Les aseguro que
introducir a un ovejero alemán dentro de uno de esos modelos
es tarea de titanes. Mis modelos son livianos, funcionales,
inoxidables y garantidos de por vida. Los construidos
con dos ruedas ofrecen la ventaja de permitir al animal
deambular en cualquier tipo de terreno.
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