Equilibrio
del Carro Ortopédico.
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Es
muy importante tener en cuenta ciertos conceptos básicos
de la Física Mecánica, para construir un modelo ortopédico
que restablezca el equilibrio corporal de un canino que
se encuentra paralítico. El carro ortopédico no es una
máquina. Para definirlo podríamos decir que es un aparato
simple, que se construye sobre la base de ciertas medidas
escalares del animal y cuyo funcionamiento es parecido
al de una palanca de primer grado. El juego sube y baja
es un claro ejemplo del funcionamiento de una palanca.
A él nos vamos a referir para explicar cómo un canino
conserva el equilibrio gracias al carro ortopédico.
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Dos
personas de distinto peso no podrán balancearse si ambas
se sientan a igual distancia del punto de apoyo. Si le
indicamos a la persona más pesada que se corra hacia adelante,
acercándose al punto de apoyo, llegará un momento en el
cual sí podrán balancearse.
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En
una palanca debemos considerar un punto fijo A, llamado
punto de apoyo; un punto R, donde se cumple la resistencia
al movimiento a efectuar, y un punto P donde se manifiesta
la fuerza opotencia que actúa para vencer a la resistencia.
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El
brazo de la resistencia y el de la potencia, tal cual
vemos en la figura, corresponden a las distancias de los
puntos R y P, respectivamente, al punto A. Ambas medidas
son de fundamental importancia para la correcta construcción
de un modelo ortopédico. En la primera figura fuera de
equilibrio tenemos los valores dados, donde R = 100 Kg,
su brazo de resistencia es igual a 200 cm. P = 50 Kg y
su brazo de potencia es igual a 200 cm. Si aplicamos la
ecuación de equilibrio R x D1 = P x D2 y despejamos D1
= P x D2 reemplazando por los valores D1 = 50 x 200 =
100 cm R 100 Establecemos así, dónde se debe sentar la
persona más pesada en el juego para restablecer el balanceo.
En el carro ortopédico sucede algo parecido a lo citado
anteriormente, donde hay una gran fuerza ejercida por
el tren posterior paralítico en el punto de la resistencia
R. Los puntos de apoyo del mismo están representados por
las ruedas, que a su vez determinan, dada su posición,
los valores D1 y D2 correspondientes a los brazos de resistencia
y potencia, respectivamente. Además contamos con la pequeña
fuerza actuante sobre el dorso del animal en el punto
P. Con todos estos elementos podemos conformar la figura
siguiente, que es parecida a la del juego sube y baja.
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Si
nosotros medimos la distancia comprendida entre la articulación
coxo-femoral de un canino y el lugar donde se encuentran
ubicada su 6° o 7° vértebras torácicas, obtendremos un
valor que varía por lo eneral entre los 20 – 60 cm, entre
las diversas razas.
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Esta
medida representa el largo de las varas del modelo ortopédico,
y si nos referimos al ejemplo del sube y baja sería el
largo total del juego, o sea la suma de los brazos de
resistencia y potencia del mismo. Ahora les presento un
problema. Supongamos un paciente con un peso de 50 Kg.
y las varas del modelo debían tener 50 cm de largo. ¿Cómo
construyo en teoría un carro ortopédico apropiado para
este canino?. Con estas medidas no puedo aplicar la ecuación
de equilibrio y por ende construirlo, ya que tengo nada
más que un valor cierto, el correspondiente al 40% de
su peso corporal, que es en este caso de 20 Kg y representa
la fuerza aplicada en el punto de la resistencia R del
modelo. Tenía tres incógnitas. El valor de la fuerza actuante
en el punto P de la potencia y dónde debía ubicar los
puntos de apoyo para conocer las medidas D1 y D2 correspondientes
a los brazos de resistencia y potencia, aunque sabía que
su suma era de 50 cm. ¡Difícil fue la respuesta! Resolver
una ecuación con tres incógnitas es sólo para veterinarios
aventureros, y como mis conocimientos de Matemáticas y
de Física Biológica no eran lo suficientes para hallar
la solución a mi problema, ¡decidí entonces, sin pensarlo
mucho, lanzarme a la aventura! Teniendo en cuenta que
una palanca de primer grado es tanto más favorable cuanto
más largo es el brazo de la potencia respecto al de la
resistencia, construí varios carros ortopédicos respetando
esa regla. A continuación realicé innumerables pruebas
aplicándoles pesos en el punto de la resistencia y contrapesos
en el punto de la potencia, hasta que consideré que había
llegado el momento de probar mis modelos en caninos paralíticos.
Resumo mis experiencias y los resultados obtenidas en
ellas mediante un ejemplo, donde presento dos esquemas
teóricos para la construcción de los mismos.
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